Cortesía: The Big Picture |
A Mohamed Al Bouazzizi, en diciembre de 2010, la policía del Estado tunecino le decomisó su medio de susbsistencia. Éste se inmola y enciende su cuerpo en flamas ante la impotencia de verse despojado de lo que le da alimento a sí mismo y familia. Sólo ese gesto, de un ciudadano desesperado y desesperanzado en un país que llevaba dos décadas bajo un gobierno opresor, desató la ira social contenida: el descontento de la juventud de Túnez frente a un futuro incierto en su nación dispersó, como reguero de pólvora, ese mismo sentiemento que afloraba en el resto de los ciudadanos.
¡Arriba Túnez!... Es algo raro ver a pueblos islámicos pidiendo DEMOCRACIA. pero, creo esos pueblos deben reconocer su papel primordial en sus países y ponerle frenos a los centros de poder políticos/religiosos que no hacen más que oprimir a esos pueblos.